Skip to content

La Part Alta: un equilibri difícil

editado mayo 2023 en General
imageLa Part Alta: un equilibri difícil

La part que identifica més Tarragona, pel seu alt contingut històric i la seva bellesa, és la Part Alta on va néixer la ciutat romana, seguida del Bal...

Lee la historia completa aquí

Comentarios

  • Sobre todo, hay que proteger la Part Alta como espacio vivo, habitado, con su identidad social y cultural. Por eso, evitar los efectos deteriores de la turistificación que han transformado muchos centros históricos de ciudades europeas en lugares socialmente desertificados, invivibles e inseguros. Hay que asegurar una gestión turística que evite grandes concentraciones de visitantes en el espacio y tiempo, preservando la calidad de la vida y el acceso a servicios para los ciudadanos. Saber gestionar la calidad de la oferta comercial, evitando que el barrio se convierta en un centro comercial de suvenires baratos para visitantes de pocas horas. Y regular la oferta de alquiler turísticos, para que no crezca la burbuja inmobiliaria que expulsa vecinos, y a los que se quedan le hace la vida imposible. Todo esto ya está pasando en la Part Alta y no puede que ir a más sin un giro de los discursos y políticas urbanas. Las fuerzas políticas tienen que ver que hay un problema, o lo habrá pronto cuando ya será imposible volver atrás. No esperemos que se produzca el daño, anticípemelos. A propósito del artículo, también hay muchos ciudadanos y visitantes que aprecian la Part Alta precisamente porque es un lugar aun no del todo ‘sanitizado’ para el turismo, que mantiene una identidad fuerte y donde el patrimonio es accesible como vivencia abierta a todos. Sí hay que hacer conservación y manutención urbana, sí hay que repensar el comercio, si hay que restituir al mercado la vivienda vacía, pero preguntémonos para quién se tiene que hacer todo esto, como, y con cuales impactos esperados. No caemos en la trampa de miles de pueblos y ciudades europeas donde se lamentan decisiones tomadas hace décadas (o la falta de ellas), que ahora se han convertidos lugares excluyentes, bazares de experiencias de bajo nivel para viajeros apresurados.

    Antonio Paolo Russo, Universitat Rovira i Virgili